Movilización en Corrientes

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De pie frente a la sede del Tribunal Oral Federal (TOF) de Corrientes, rodeado de una numerosa masa de trabajadores judiciales, el secretario general de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación (Uejn), Julio Piumato, apostrofó ayer a los tres integrantes del cuerpo: "Son tres inescrupulosos", les dijo.
Y no se quedó allí: "Estamos sometidos a las camándulas que asolan la Justicia", agregó.

El dirigente gremial de la Justicia Federal, quien además secunda a Hugo Moyano como secretario de Derechos Humanos de la CGT nacional, llegó ayer a Corrientes para encabezar una marcha de protesta ante el TOF de Corrientes para reclamar la reincorporación de un empleado cesanteado, de apellido Rosales.

Previamente, Piumato dialogó con EL LIBERTADOR y otros medios de prensa correntinos sobre esta problemática y otros aspectos de la realidad laboral y política del país.

En el caso del empleado Rosales, señaló que se atacó "al eslabón más débil", en un episodio en el que el Tribunal había otorgado una salida a un detenido por delitos de lesa humanidad.

"Como no fue notificado el Ministerio Público Fiscal, el funcionario se apersonó ante el tribunal y reclamó la información", informó Piumato.

"Pero no había ningún juez, ningún secretario para informar. Sólo había trabajadores. Uno de ellos, Rosales, ante el requerimiento del Fiscal le exhibió la documentación requerida. Cumplió su deber al acatar el pedido de un magistrado", relató Piumato.

"Entonces -agregó- se descubrió la trapisonda de los jueces, quienes quedaron descolocados públicamente. Pero ¿a quién responsabilizaron de esa irregularidad?: a Rosales. A esta gente, evidentemente, no le importa nada.

Comparó la actuación de estos jueces con los tiempos "de la dictadura"