Desde el día de ayer, asistimos azorados a los lamentables hechos que suceden en la hermana República Plurinacional de Bolivia. Evo Morales, junto a su vicepresidente Álvaro García Linera, denunciaron ante la opinión pública mundial la escalada antidemocrática que sufre el país e intentaron encauzar el proceso político llamando a nuevas elecciones y hasta ofreciendo sus renuncias en aras de la pacificación.
La historia boliviana reconoce dolorosos antecedentes, en los numerosos motines que han marcado trágicamente la vida de su pueblo. Recordemos la guerra del Chaco, la lucha por el petróleo, la rosca del estaño y ahora por el litio. Una y otra vez los grupos de poder ponen sus ojos en Bolivia como una presa a conquistar.
Es indispensable que se preserve la vida y la integridad de las personas, y que la comunidad internacional haga efectivos los mecanismos que permitan la inmediata restitución del orden institucional y la paz social.
Es el pueblo boliviano el que debe decidir su destino, y no las fuerzas policiales o el ejército apoyando grupos violentos que solo pretenden desandar las conquistas sociales y económicas logradas durante años de duro esfuerzo y lucha.
Adherimos a las manifestaciones de repudio al golpe de estado y nos unimos a la búsqueda de una salida democrática que garantice la paz y la integridad del pueblo boliviano.
Buenos Aires, 11 de noviembre 2019
COMISIÓN DIRECTIVA NACIONAL