Queremos una Justicia independiente

QUEREMOS UNA JUSTICIA INDEPENDIENTE DEL PODER POLÍTICO, DEL PODER ECONÓMICO Y LA ANTIPATRIA PARA GARANTIZAR LOS DERECHOS DE LOS CIUDADANOS DE A PIE, HACER CUMPLIR LAS OBLIGACIONES A LOS PODEROSOS QUE SE PONEN AL MARGEN DE LA LEY
Y DEFENDER NUESTRA SOBERANÍA

Asistimos con horror al show que está brindando por estos días, la filtración -ilegal, como en las peores épocas- de cierta conversación vía chats, celebrada entre cuatro magistrados.

Allí puede confirmarse que varios jueces federales asistieron -plácidamente- a la estancia que el magnate inglés Joe Lewis adquirió en nuestra Patagonia, en franca violación a las normas nacionales dictadas para preservar nuestra soberanía territorial. 

Nada menos que un inglés en la Patagonia; Grotesco recordatorio de que somos un territorio ocupado por ellos, no solo en Islas Malvinas. Reafirmación patética de nuestro carácter de semicolonia, con falta de vocación y patriotismo para dejar de serlo.

El mencionado magnate -con sus aliados locales de un grupo de multimedios que tampoco parece tener patria- nos lo refriega en la cara, invitando primero a su estancia a un presidente que claramente jugaba más para su equipo que para el nacional (Macri), y ahora a jueces federales que deberían juzgar esa ocupación de territorio, nada menos que en el 40° aniversario de la Guerra de Malvinas.
Como argentinos, hay pocas cosas que duelan tanto como esta. Casi tanto como el signo repulsivo de la época: La corrupción, que también atraviesa el suceso en cuestión, desde el momento que se pretende encubrirlo. O bien desde el momento que se pretende utilizarlo.

Los máximos representantes de las instituciones deben tener conductas ejemplares, intachables, porque de ellos depende la confianza de la ciudadanía. Ante el quiebre de esa confianza, solo queda el caos del que se benefician los que no precisan un orden social, porque se imponen por la fuerza; Es decir, los poderosos.

Cuatro jueces que -con su accionar- ponen en jaque a todo el sistema. Que dan pie a las teorías del partido judicial, las mafias, pandillas y otros tantos calificativos que también utilizan quienes quieren mantenerse al margen de la ley.

Los miles de trabajadores judiciales, la inmensa mayoría de los jueces y fiscales no somos eso. Por el contrario, somos hombres y mujeres que trabajamos con honestidad y vocación de servicio con el único interés de garantizar los derechos de la ciudadanía.

Cuidemos nuestras instituciones. Cuidemos la justicia, sabiendo que no somos una mafia como algunos gustan reiteradamente señalar y que -como comunidad judicial- contribuimos a preservar la democracia, la república y la justicia, denunciando -con abstracción de cualquier gobierno y poder económico- las inconductas de aquellos que se apartan de la moral y la ley y -especialmente- reconociendo la laborar de los que cumplan con su deber, contra viento y marea, honrando el lugar que ocupan. Los que no puedan honrarlo, que no lo ocupen.