Tomamos con suma sorpresa y preocupación la actitud del Diputado Dr. Carlos Kunkel, quien en el día de la fecha solicitó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se expida sobre la viabilidad o no, de la candidatura a Diputado Nacional de Julio Piumato.
Dicha presentación, se relaciona con la calidad de empleado judicial que ostenta el candidato del Movimiento Unidad por el Trabajo y la Producción, quien encabeza la lista porteña junto Julio Bárbaro.
Consideramos que el Dr. Kunkel incurre en un comportamiento absolutamente antidemocrático, ya que intenta, mediante su presentación, invalidar una candidatura tomada en el seno de un nuevo y pujante partido político, siendo que este tipo de organización resulta ser corazón y motor de todo nuestro sistema democrático.
Del mismo modo es absolutamente antidemocrático el accionar del diputado ya que intenta vetar la participación partidaria dejando fuera de la competencia electoral a uno de los pocos candidatos que se presentan en estas elecciones porteñas y provienen del sector de trabajadores de nuestra sociedad.
Llama poderosamente la atención y cuesta entender el razonamiento de un Diputado que mientras su bloque en el Congreso de la Nación promueve la llamada Democratización de la Justicia, intenta impedir que un miembro del Poder Judicial (empleado) participe de la vida democrática de la Ciudad de Buenos Aires.
Tal vez el Diputado Kunkel intente tomar una represalia contra el Secretario General de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación debido a sus públicas manifestaciones en contra de la nefasta reforma de la Justicia mediante la cual el oficialismo intentaba, entre otras cosas, disciplinar el Poder Judicial de acuerdo con las conveniencias del partido con mayoría circunstancial.
O sea, los miembros del Consejo de la Magistratura (órgano técnico que debe nombrar y remover los jueces de acuerdo con los criterios de idoneidad y buen desempeño), pueden ser electos mediante el sistema de partido político, atentando contra la necesaria independencia de los Consejeros; pero un trabajador judicial, máximo representante sindical de sus compañeros judiciales, no puede presentarse a elecciones para ocupar un lugar en la Cámara de Diputados.
Esta contradicción que parece simple, desnuda la poca vocación del Diputado y su bloque parlamentario de abrir el diálogo democrático y resulta ser un motivo más para que en estas elecciones pongamos toda nuestra fuerza para que hombres y mujeres que defiendan la democracia y la Justicia puedan ocupar el lugar de diputados nacionales.
Buenos Aires 2 de julio de 2013
Arquitecto Pascual Nigro
Presidente
Partido Movimiento Unidad del Trabajo y la Producción