La desinversión de casi una década en el sistema LEX 100 está pasando factura.
En tecnología, eso es una eternidad, es como hablar de la prehistoria.
¿QUÉ ADVERTIMOS?
Hay varios factores que confluyen y resultan en lo que está pasando. A grandes rasgos:
» La empresa proveedora no realizó adecuadamente el traspaso del “know how” a los operadores (a nosotros).
» La implementación se hizo a las apuradas, sin conocimiento, ni diagnóstico de las necesidades y funcionamiento de la gestión judicial.
» El sistema fue pensado para menos usuarios.
Corregir estas tres cuestiones requiere de inversiones importantes en recursos tecnológicos y humanos.
Evidentemente, en las autoridades parece no haber conciencia de la gravedad de la situación. Esa desidia se convierte en complicidad con la empresa proveedora que no cumplió con el contrato. O lo cumple de una manera que termina entorpeciendo la labor judicial.
¿QUÉ PROPONEMOS?
La Unión iniciará una serie de acciones tendientes a poner esta cuestión en el centro del debate. Ante el Consejo de la Magistratura, que deberá hacer las inversiones en servidores de base de datos, de aplicación y “storage” (almacenamiento). Y ante la Corte Suprema para trabajar sobre la optimización del software.
Asimismo apoyamos la solicitud del CPACF de habilitar el sistema para dejar nota durante las 24hs del día de nota, debido a que la confluencia de tantos usuarios sobre el sistema a la misma hora hace que los martes y viernes sean días particularmente imposibles de trabajar.
La mejora de la justicia no pasa por afectar las condiciones de trabajo de los judiciales, sino por contar con los sistemas de gestión que permitan optimizar y acelerar los tiempos de los procesos.
Si escucharan más a los trabajadores, posiblemente el sistema funcionaría a la perfección.
PORQUE LOS TRABAJADORES NO SOMOS EL PROBLEMA, SINO LA SOLUCIÓN.
Buenos Aires, 18 de mayo de 2018