Nos encontramos profundamente agradecidos con el conjunto de trabajadores del fuero penal, por permitirnos ser parte de esta gesta histórica que se está llevando adelante con el compromiso de cientos de trabajadores que se pusieron el reclamo al hombro.
La medida fue histórica, por su tamaño, por el nivel de compromiso y también porque continúa la lucha que comenzó allá por el año 2013 cuando muchos de judiciales participaron para frenar en esa primera intentona de colonizar el fuero penal avasallando los derechos de los trabajadores judiciales y también del resto de los argentinos.
Hoy ese objetivo ha tomado otros caminos e intenta imponer, dentro de un paquete de reformas que en principio son loables, hacer ingresar cientos de militantes políticos para efectivizarlos en cargos altos sin que sufran el vaivén de la vida democrática de nuestro país.
Si no intentaran incorporar gente de la calle para convertirlos en empleados judiciales, no se vería afectado ningún derecho de los trabajadores, porque las tareas jurisdiccionales que nosotros realizamos van a seguir siendo realizadas en el Ministerio Público Fiscal e incluso las leyes de implementación prevén la generación de cientos de cargos, pero en ningún deja claro el rol de los empleados judiciales actuales, ni sus posibilidades de seguir desarrollando y progresando en su carrera profesional.
Queremos dejar algo muy en claro, los judiciales no queremos que nos ocurra lo que pasó en la justicia de la CABA en donde aún hay empleados que aún se encuentran sin cumplir funciones específicas, ocupando asientos, recursos públicos sin poder brindar el servicio de justicia, que es para lo que ingresamos al Poder Judicial.
Preocupa saber que las mismas instituciones académicas que orientaron esas reformas son las que coordinan la reforma en la actualidad, intentando importar un sistema judicial sin tener en cuenta las condiciones locales y la cuestión humana: para estos sectores, los trabajadores son un obstáculo en la transformación judicial.
Los judiciales hoy demostramos no nos oponemos a la reforma, no somos, como se pregona en los manuales de como instrumentar la reforma; un obstáculo para transformar la justicia. Nosotros los somos la fuerza viva necesaria para que esa reforma se lleve adelante. QUEREMOS CAPACITARNOS, QUEREMOS APRENDER, QUEREMOS SER PARTE DEL NUEVO SISTEMA, QUEREMOS DESARROLLARNOS PROFESIONALMENTE. NO SOMOS RECURSOS DESCARTABLES.
Queremos que el de hoy sea el acto fundante de un gran plan de lucha, por eso, y tal como adelantamos en la movilización del día de hoy, la Unión de Empleados de Justicia de la Nación propone un nuevo paro para la semana que viene el día jueves o el día que se traten las leyes de implementación.
Buenos Aires, 16 de abril de 2015
COMISIÓN DIRECTIVA NACIONAL
UNIÓN DE EMPLEADOS DE LA JUSTICIA DE LA NACIÓN
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