La situación de la Argentina es dramática. Creemos que el mayor desafío que deberá afrontar el Movimiento Nacional en su conjunto a partir del próximo 10 de diciembre no radicará meramente en nuestros deseos de que se administre el interés nacional desde un Estado destruido ex profeso, sino en impulsar y conducir políticamente un proceso urgente y necesario de unidad para la reconstrucción nacional.
En efecto, en un delicado contexto regional e internacional sumado a la situación compleja de nuestro país, es imprescindible consolidar la Unidad Nacional, que no se trata de acuerdos electorales de coyuntura, sino de persuadir que la unidad debe ser siempre superior a cualquier conflicto para que el todo lo sea por sobre las partes. Esta tarea no se resuelve con la mera gestión administrativa del Estado, sino por la conducción política capaz de consolidar un Proyecto Nacional.
Para nutrir tal objetivo, entendemos que el imperativo de la hora es la unidad de nuestras propias filas. Perón afirmaba que si los trabajadores se dividen pierden todo su poder.
Los trabajadores argentinos debemos volver a las fuentes en una única CGT. Nadie que se diga peronista puede impulsar una división porque significa que avanza sobre los derechos de los trabajadores e hipoteca el futuro de la Nación en su conjunto.
En la justicia se ve claramente esta realidad. La fortaleza de la UEJN nos ha transformado en la columna vertebral de la defensa de la independencia del Poder Judicial, elemento fundamental para garantizar los derechos de todos los argentinos. En los últimos 35 años, cuando se pretendió avanzar sobre esa independencia fue para garantizar que la justicia hiciera oídos sordos a su función de control de los otros dos Poderes del Estado y garantía última de los ciudadanos frente a derechos conculcados. Por eso, estamos convencidos que en los tiempos que se avecinan convocar a la Unidad es un imperativo de patriotismo, de sentido profundo de comprensión del testamento póstumo de Perón, el modelo Argentino para el Proyecto Nacional, y de fortaleza para encarar los retos futuros y un aporte de robustez a los gobernantes si están decididos a enfrentar la transformación que necesita nuestra Patria.
Por todo lo antedicho, la Comisión Directiva de la UEJN llama a la Unidad de todas las Agrupaciones que existen dentro o fuera de nuestra organización sindical madre para volver a una organización sindical única: la UEJN, por la que dieron su vida nuestros mártires y todos aquellos que crearon nuestro gremio. Es un momento fundamental y la UEJN abre generosamente sus puertas para concretar esa Unidad sin perjuicio de que se mantengan posicionamientos personales en una democracia sindical efectiva.
La convocatoria está abierta, solo hace falta poner el centro en la defensa conjunta de los derechos de los judiciales. Si pretendemos un Movimiento Obrero que defienda el modelo sindical que coadyuvó a hacer grande la Argentina, es hora de hechos no de palabras. La unidad no es un mero discurso, es un imperativo de la hora actual del pueblo argentino. Empecemos por casa.
Buenos Aires, 9 de diciembre de 2019.
Julio Piumato
Secratario General U.E.J.N.