Como país estamos atravesando una profunda crisis económica. Crisis que no fue generada por los trabajadores/as y que se profundizó a raíz de la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional en virtud de la pandemia que afecta al mundo entero.
Son tiempos de gran convulsión e incertidumbre. La economía no encuentra un rumbo que permita vislumbrar -a mediano y largo plazo- un futuro mejor para aquellos que viven postergados.
Las estadísticas e informes que a diario presentan los medios de comunicación (oficialistas o no) son más que alarmantes, pero -peor aún- reflejan una realidad que duele y mucho.
No hay justificación posible para explicar por qué, en una tierra rica como la nuestra, tantos compatriotas sufren hambre, exclusión y marginalidad.
Tiempos tan complejos, inevitablemente reviven viejos fantasmas.
No se trata de ser fatídicos ni pesimistas. Se trata de atender a los datos económicos objetivos que muestran una realidad que, indefectiblemente, incide en nuestras condiciones de trabajo a la vez que golpea fuertemente el poder adquisitivo de nuestro salario.
La disparada del dólar, la devaluación de nuestra moneda y la creciente inflación, así como también la batería de medidas dispuestas por el Gobierno, han impactado fuertemente en el poder adquisitivo y patrimonio de todos los argentinos/as.
En lo que atañe al Poder Judicial, vemos que se vuelve a ajustar lo ya ajustado, aun cuando atravesábamos una situación de emergencia preexistente a la pandemia.
Como Organización, hemos expresado quiénes son los responsables de sanear esta situación y cuál es el camino para revertirla, a partir de la creación de una Comisión Mixta de Crisis -integrada por todos los actores del quehacer judicial- y la elaboración de un Plan Estratégico Plurianual que ponga a la justicia de pie, de una vez por todas.
Ahora queremos responder algunas de las preguntas que los compañeros/as nos hacen a diario:
¿Se puede pedir aumento salarial cuando el país parece estallar, hay tanta gente necesitada y atravesamos una pandemia? ¿Es oportuno pedir ahora? La respuesta es SI. Es fundamental hacerlo. Es necesario que todos/as los compañeros/as comprendan que -en momentos como este- debemos luchar más que nunca por nuestro salario. Salario que cada vez vale menos, que se desnaturaliza por la inflación. Nuestra vida y la de nuestras familias -incluso más allá del vínculo primario - dependen de ese salario y por ello debemos luchar por preservar su poder adquisitivo. Además, en coyunturas como la actual, en medio de tanta confusión e incertidumbre, es común que se intenten horadar o quitar derechos. Por eso debemos cuidar lo que es nuestro, lo que conseguimos con tanto esfuerzo y trabajo: Un salario digno ni más ni menos.
Asimismo, a nadie se le escapa que el actual Gobierno promueve una “Reforma Judicial”. Más allá de cualquier análisis es evidente que -esa reforma- es totalmente innecesaria en un momento de grandes problemas presupuestarios. ¿O se pretende que los trabajadores/as judiciales paguemos esa Reforma inconsulta con parte de nuestro salario? Hasta el día de hoy no fue votado un presupuesto acorde a los gastos de la pretendida reforma.
¿Es correcto movilizar en medio de la cuarentena? ¿Es lógico hacerlo cuando se debe evitar la circulación-aglomeración de personas y la justicia está trabajando prioritariamente de forma remota? Es vital que las máximas autoridades del Poder Judicial tomen cartas en el asunto y respondan a las muchas reivindicaciones pendientes. No podemos permanecer estáticos mientras cercenan nuestros derechos. Pérdida del poder adquisitivo, disminución real del salario por mayor descuento jubilatorio, aguinaldo fraccionado en cuotas, feria de invierno suspendida sin que se garantice el derecho a gozarla finalizada la pandemia, graves deficiencias en la OSPJN, amenaza latente de traspaso debido a una Reforma Judicial inconsulta promovida por el Gobierno, sumado a la emergencia judicial que aqueja a todos los fueros. No podemos dejar pasar esta crisis sin denunciar y exigir respuestas concretas. Sin hacernos oír y mostrar la realidad que enfrentamos todos los días.
Y lo hacemos con convicción, con mística y con responsabilidad, atendiendo a los protocolos emanados de las autoridades sanitarias, con distanciamiento social, con barbijo, en un lapso determinado y frente a la CSJN, en un espacio abierto donde el riesgo es mínimo.
Claramente, no es lo mismo concurrir a prestar tareas en el marco de la emergencia judicial agravada por la pandemia, dentro de un inmueble en condiciones paupérrimas de higiene y seguridad, donde a duras penas se puede respetar el distanciamiento social que expresarnos en la calle, con todas las garantías que el flagelo del Covid-19 requiere.
Esta realidad tan compleja -e inédita en tanto se da en medio de una pandemia- demanda que seamos creativos y audaces para poder transformarla. Requiere solidaridad, convicción, unidad y lucha. Los trabajadores/as debemos poder interpretar el momento que nos toca atravesar y poner toda la fuerza de nuestra organización para revertirlo.
Vamos juntos por nuestra dignidad, por la independencia del Poder Judicial, por la necesaria recomposición salarial, contra el traspaso, por la creación de una Comisión Mixta que establezca un Plan Estratégico Plurianual que ponga a la justicia de pie, por nuestros derechos y por cada una de las reivindicaciones aún pendientes.
JUEVES 24/9 - PARO DESDE LAS 10HS CON CONCENTRACIÓN A LAS 11HS
VIERNES 25/9 - PARO DE 24HS.
INTERIOR: Fuera de cada dependencia
CAPITAL: Palacio de Justicia.
Buenos Aires, 23 de septiembre de 2020
49 ANIVERSARIO de la U.E.J.N.
Pasado y presente de lucha, futuro de justicia
COMISIÓN DIRECTIVA NACIONAL