NO ES DE ARGENTINO usar un medio masivo de comunicación, como lo hizo Beatriz Sarlo, para promocionar la idea de que las Malvinas son inglesas. No es de argentina, sino de vil empleada de la potencia ocupante de nuestras islas.
Como decía A. Jauretche, estos finos artilugios de “penetración cultural (...) en las semicolonias que gozan de un status político independiente decorado por la ficción jurídica, se revela esencial, pues no dispone de otra fuerza para asegurar la perpetuación del dominio imperialista, y ya es sabido que las ideas en cierto grado de su evolución, se truecan en fuerza material”.
Malvinas, lejos de ser un asunto prescripto, encarna la muestra más reciente de nuestra estirpe heroica. En 1982 escribimos un capítulo glorioso de la saga de innumerables gestas patrióticas emprendidas por este Pueblo, desde este suelo.
Hoy estamos en las puertas del 40 aniversario de la Guerra de Malvinas.
Que sea el motivo para que los jóvenes trabajadores organizados sean protagonistas, promotores, realizadores de todo evento o acto que reafirme nuestra identidad nacional, la que nos quiere libres, la que nos sabe patriotas, la que nos convoca al heroísmo, la que no le teme a ninguna potencia, la que sabe lo que logra cuando se pone de pie y, como decía San Martín, no mira al enemigo de rodillas.
Las Malvinas son argentinas. Y lo son los 2.5 Millones de km2 de plataforma continental y aguas del Atlántico Sur, junto con sus correspondientes riquezas pesqueras y petroleras, que pretende el invasor disputarnos desde esa ocupación.
Honor y Gloria a nuestros héroes combatientes de Malvinas. ¡Volveremos!