A 2 días del 8M y ante el inminente fenecimiento del expediente contra Gemignani -esta vez por expresiones discriminatorias y agresivas contra sus colegas; aunque ya posee sanción firme por otra causa -, se intentó votar la aplicación de una multa del 30% de su salario y la “obligación” de cumplir con los cursos -obligatorios!- de la Ley Micaela. Demasiado poco para lo que se espera de la investidura de su cargo, y para lo que hiere a la sociedad su accionar indigno.
Sin embargo, el dictamen sancionatorio no alcanzó los votos necesarios para su aprobación. Esta situación nos sorprende de sobremanera.
Sorprenden los argumentos de quienes lo defendieron, y más aún que haya mujeres acompañando ese proceder.
El año pasado, el Consejo fue pionero en la aprobación de un protocolo para cuestiones de género, pero ahora mira para otro lado.
El Convenio 190 de OIT tiene jerarquía constitucional. Entonces, ¿Qué valor le dan los/as consejeros/as a la Constitución y los compromisos internacionalmente asumidos por nuestro país?
A 2 días del 8M, nos preguntamos:
¿Qué deben esperar las judiciales que de este y otros colegas siguen sufriendo su maltrato? ¿Qué mensaje le damos a las mujeres argentinas que padecen estas aberraciones respecto del devenir de sus causas judiciales?
Destacamos el voto y compromiso del Presidente y de los/as consejeros/as que votaron a favor de la sanción de este misógino crónico (que, no dudamos, volverá a ser noticia).
Apelamos a la vuelta inmediata al respeto de la Constitución Nacional. La coherencia es una conducta que debe enaltecer al Consejo de la Magistratura y a todas las instituciones del Estado.
Buenos Aires, 7 de marzo de 2024
COMISIÓN DIRECTIVA NACIONAL