Pasó el lunes negro de “los mercados” que reaccionaron ante la derrota electoral del Gobierno en las Primarias Abiertas, permitiendo que se beneficien los especuladores de siempre con la estampida del dólar y el exorbitante interés que el Central paga a los bancos por las leliqs (un 74% que renovado semanalmente supera el 120% de interés anual). Ayer no hubo precios en supermercados, farmacias etc. Nadie sabe el valor de las cosas.
Este caos podrá reordenarse o seguir en debacle. Pero ya el efecto brutal sobre la inflación y, consiguientemente, sobre nuestros salarios es indudable.
Resulta imprescindible que la Corte Suprema de Justicia de la Nación fije el 2do tramo de la recomposición salarial 2019. Ya antes de la feria, desde la UEJN reclamamos el 15% de aumento al 1ro de julio.
Paralelamente, la situación de precariedad en que desarrollamos nuestra función cotidiana fundamenta la insistencia con la que reclamamos la declaración de Emergencia Judicial. Las autoridades deben tomar cartas en el asunto antes de lamentar un Cromañón judicial.
Nuestro reclamo halla su basamento en el drama edilicio, la insuficiente provisión de insumos, el colapso del sistema de gestión informático, y la falta de personal en todas las oficinas judiciales que han visto multiplicarse, año tras año, los niveles de litigiosidad. En suma, todo aquello que perjudica la labor diaria.
La declaración de Emergencia implica exponer la realidad de la Justicia a toda la sociedad. Y requiere, además, la conformación una comisión mixta (Corte-Consejo-UEJN) para elaborar un plan plurianual que proyecte devolver a este Poder del Estado las condiciones necesarias para el cabal cumplimiento de su rol constitucional.
Este caos podrá reordenarse o seguir en debacle. Pero ya el efecto brutal sobre la inflación y, consiguientemente, sobre nuestros salarios es indudable.
Resulta imprescindible que la Corte Suprema de Justicia de la Nación fije el 2do tramo de la recomposición salarial 2019. Ya antes de la feria, desde la UEJN reclamamos el 15% de aumento al 1ro de julio.
Paralelamente, la situación de precariedad en que desarrollamos nuestra función cotidiana fundamenta la insistencia con la que reclamamos la declaración de Emergencia Judicial. Las autoridades deben tomar cartas en el asunto antes de lamentar un Cromañón judicial.
Nuestro reclamo halla su basamento en el drama edilicio, la insuficiente provisión de insumos, el colapso del sistema de gestión informático, y la falta de personal en todas las oficinas judiciales que han visto multiplicarse, año tras año, los niveles de litigiosidad. En suma, todo aquello que perjudica la labor diaria.
La declaración de Emergencia implica exponer la realidad de la Justicia a toda la sociedad. Y requiere, además, la conformación una comisión mixta (Corte-Consejo-UEJN) para elaborar un plan plurianual que proyecte devolver a este Poder del Estado las condiciones necesarias para el cabal cumplimiento de su rol constitucional.
En función de todo lo anterior, hemos reiterado en el día de la fecha el reclamo de AUMENTO SALARIAL y que se declare la EMERGENCIA JUDICIAL antes de que sea demasiado tarde. Por ello, decretamos ESTADO DE ALERTA Y MOVILIZACIÓN: si no hay respuestas favorables, si no hay respuestas favorables, el próximo jueves 22 de agosto realizaremos un CESE DE ACTIVIDADES desde las 10hs en todo el país, con CONCENTRACIÓN en el Palacio de Justicia (Capital, Conurbano y La Plata). Modalidad INTERIOR: asamblea en la puerta de cada dependencia.
LA UNIÓN HACE LA FUERZA
Buenos Aires, 14 de agosto de 2019
COMISIÓN DIRECTIVA NACIONAL