Hay que repudiar la violencia política, ya lo dije cuando pasó lo de Nisman. La violencia política volvió a la Argentina y esto uno sabe cómo entra pero no sabe cómo sale. Ya tenemos experiencia histórica en esto.
Hay una concepción clientelista que se ha instalado en la Argentina, cuando tenemos 13 millones de pobres y 3 millones de hambrientos. Eso es muy grave.
Uno hubiera esperado que la Presidenta condenara la violencia política.
Los peronistas seguimos la enseñanza de Perón. La unidad del Movimiento obrero fue una de las banderas del peronismo.
Perón cuando vuelve habla de la unión nacional, lo contrario a la intolerancia política.
Yo no puedo llamar peronista a un Gobierno en el que el Ministro de Economía reconoció dos millones de hambrientos. Habría que haber declarado una emergencia nacional.
Hoy la Presidenta se hizo eco de una medición mentirosa de la desocupación. Cada vez hay más desocupados y eso es crítico."