No es un tema para tomarse a la ligera. La mayoría de las dependencias judiciales no cuenta con los mínimos elementos de higiene. Hablamos de varias personas que deben desempeñarse juntas, en espacios reducidos -incluso hasta sin ventilación-. Ambientes propicios para el contagio y propagación del virus, donde los aseos resultan insuficientes, sin productos desinfectantes como lavandina. Desprovisión de papel higiénico, jabón líquido o alcohol en gel. Faltantes que generan alarma y desnudan una emergencia que pone en riesgo la salud y la vida de las y los judiciales, abogados/as, justiciables y público en general.
De persona a persona por contacto cercano con alguien infectado con el virus,
a través de secreciones respiratorias y por contacto con superficies contaminadas.
Asistimos nuevamente a un intento de “linchamiento” de la Justicia por parte de altos funcionarios del gobierno anterior. Esta vez, la destinataria del embate mediático fue la Fiscal Gabriela Boquín a raíz de su actuación jurisdiccional en el caso Correo Argentino, mediante un comunicado emitido por un Diputado Nacional miembro actual del Consejo de la Magistratura, un ex Ministro de Justicia, y un ex Senador, todos ellos pertenecientes al bloque Cambiemos.