En otra decisiva jornada de lucha, los judiciales volvimos a dar muestras de nuestra capacidad de organización, del profundo sentido de solidaridad que poseemos y la unidad de la que somos capaces, cuando de defender los derechos de los trabajadores y la independencia de la justicia se trata.
Su estrategia no es “novedosa”, es la misma que utilizó en octubre del año pasado al intentar enfrentar a la sociedad argentina contra los trabajadores judiciales manifestando que “…por servir café y transportar expedientes les pagan $100.000…” y que éramos el problema para lograr una mejor Justicia. Por aquellos meses le demostramos primero en la calle y luego en las jornadas de marzo organizadas por la CSJN –a pedido de la UEJN- sobre reformas en la Justicia, que los TRABAJADORES NO SOMOS EL PROBLEMA SINO SU SOLUCIÓN.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, envió una nota a la Asociación de Magistrados con la intención de “serenar” los ánimos respecto de posibles modificaciones del sistema jubilatorio e impositivo de los judiciales, “garantizando” que el Poder Ejecutivo Nacional no impulsa proyecto de reforma alguno.
Por las dudas, del traspaso nada dijo.
Difícil confiar en la palabra de un gobierno que aseguró que ningún trabajador pagaría ganancias en la Argentina, que la inflación no sería un problema, que el dólar se mantendría