Como cada vez que peleamos por nuestros derechos y por la Justicia, los/as judiciales no pasamos desapercibidos/as.
Por todo el país rodó la caravana judicial, con banderas, bombos, a pura bocina, bengalas, mariposas y mucha (pero mucha) mística.
Que orgullo que genera esta organización, que le pone el cuerpo a todas las luchas, que llena de color y fuerza cada medida. Con responsabilidad y sentido del deber, pero también con alegría.