Séptima semana consecutiva de lucha contra la caída del salario. La licuación de nuestro poder adquisitivo por la inflación resulta cada vez más angustiante y se suma a los padecimientos de todos/as los/as argentinos/as que viven de un sueldo, que consumen en el mercado interno y que nada tienen que ver con la timba y la usura financiera en la que se empeñan los mismos de siempre, llevándonos al abismo.
No es para nada grato tener que salir y exponernos, pero la realidad es que sin concentración no se visibiliza la contundencia y el alcance de este reclamo, que es indiscutiblemente nacional.