Cada semana que pasa sin definiciones respecto al 2do Tramo de Recomposición Salarial 2019, es una semana más de depreciación de nuestro poder adquisitivo.
Mientras tanto, los y las judiciales continuamos trabajando en edificios que se caen a pedazos, con un sistema de gestión informático completamente saturado, sin la suficiente cantidad de juzgados para afrontar la litigiosidad que se multiplica y lo seguirá haciendo porque la Justicia es la última esperanza de la gente. Atravesamos una verdadera situación de Emergencia Judicial, pese a que nadie se anima a declararla formalmente.
Las medidas tomadas por el Gobierno Nacional para atenuar los efectos de sus propios desaciertos económicos que afectan a la mayoría de los argentinos, no solo son insuficientes sino que continuan la lógica de inequidad y falta de respeto al federalismo y a la división de poderes. En efecto, al tiempo que continuan protegiendo a la usura financiera que sigue de fiesta alimentando la inflación, la fuga de capitales y la cada día mas inequitativa distribución de los ingresos, golpea inconsultamente a las provincias y a la Justicia argentina.
POR NUESTROS DERECHOS, POR LA INDEPENDENCIA DE LA JUSTICIA
Con asambleas en la puerta de todas las dependencias del país y una calurosa concentración en el Palacio de Justicia, los y las judiciales retomamos la lucha.
Ayer no solo cumplimos con una nueva jornada de lucha de paro nacional (y movilización para los de C.A.B.A) , sino que -más importante aún-, llevamos la emergencia al Consejo de la Magistratura de la Nación.
Nos vimos obligados a montar una muestra visual que ocupó desde la esquina de Libertad y Viamonte hasta la entrada misma del Consejo, ida y vuelta, transformándose en un virtual pasillo del terror, exponiendo gráficamente en cada banner la situación tremenda que padece la justicia en todas las jurisdicciones.